El día de hoy una noticia en el Peru 21 llamó mi atención… o mas bien una encuesta, de la cual deducimos que los provincianos tienen menos deseos de migrar a Lima que antes:
Las cifras hablan por sí solas. Sin embargo, quiero incluir el item de la encuesta original (de la PUCP) que no fue incluida en el artículo:
Con esto tenemos el panorama completo. Es claro, con tantas noticias de delincuencia, inseguridad, accidentes de tránsito, suciedad, desorden… que nos llegan de la capital, desaniman a cualquiera. Y sumémosle a esto el desarrollo que las provincias han tenido los últimos años, la descentralización del consumo, y la facilidad que nos da la internet. O sea, si uno logra vivir bien acá en provincias, ¿para qué meterse en la aventura de vivir en el hormiguero humano que es Lima, la Horrible? Y eso que Sebastián Salazar Bondy no la vio como está ahora.
Sin embargo, Lima es Lima. Nuestro país sigue aún muy centralizado en lo que es toma de decisiones y gasto público, en detrimento de las provincias. Eso se siente, y también que la solución pasa (ironía) por los mismos limeños y su capacidad para ver al Perú como un todo, desechando el estribillo de Valdelomar como lo que era… chacota.