viernes, 23 de octubre de 2009

Y ahora le tocó a la “Píldora del Día Siguiente”

[Yoni]

“Éramos muchos y pario Paula”.

Aún estábamos ocupados con el asunto de si debe o no despenalizarse el aborto en ciertos casos (resultado de una violación, por graves defectos del feto o por una inseminación artificial no consentida), y el Tribunal Constitucional nos llega con esta nota de prensa que le hecha más leña al fuego (el subrayado es mío):

Nota de Prensa Nº 088-2009-OII/TC

EL TC LIMITA EL USO DE LA "PÍLDORA DEL DIA SIGUIENTE"

El Tribunal Constitucional (TC) ha invalidado la distribución gratuita a nivel nacional de la denominada "píldora del día siguiente", ordenando al Ministerio de Salud se abstenga de desarrollar tal política pública, por considerar que no se ha demostrado la inexistencia del efecto abortivo, la inhibición de la implantación del óvulo fecundado en el endometrio.

El TC declaró fundado el amparo presentado en el expediente 02005-2009-PA/TC luego de evaluar los argumentos presentados por importantes instituciones nacionales e internacionales, sin que se haya podido desvirtuar que, dentro de la teoría de la fecundación, el derecho a la vida del concebido pueda ser gravemente menoscabado por el uso del indicado fármaco, de acuerdo con el artículo 2.1. de la Constitución vigente.

En esa lógica, la sentencia ordena que los laboratorios que comercializan la "píldora del día siguiente" incluyan en la posología una advertencia destinada a que los consumidores tengan conocimiento suficiente de que el producto podría tener un efecto abortivo.

Lima, 22 de octubre de 2009

OFICINA DE IMAGEN INSTITUCIONAL

Por si no quedó claro, no estoy de acuerdo con esta prohibición.

El asunto comenzó hace cinco años, cuando la ONG Alas Sin Componenda (“institución no lucrativa de carácter Jurídica Cristiana Católica”, según se describen ellos mismos en su web), inició un proceso ante el Vigésimo Noveno Juzgado Especializado en lo Civil de Lima contra la repartición gratuita de la llamada “Píldora del Día Siguiente” en los hospitales y postas del MINSA. Literalmente, según los antecedentes de la sentencia del TC el petitorio habría sido el siguiente: “[se] interpone demanda de amparo contra el Ministerio de Salud con el objeto de que dicha dependencia estatal se abstenga: a) de iniciar el programa de distribución de la denominada “Píldora del Día siguiente” en todas las entidades públicas, asistenciales, policlínicos y demás centros hospitalarios en los cuales se pretenda su entrega gratuita, b) de distribuir bajo etiquetas promocionales proyectos que el Poder Ejecutivo pretenda aprobar y ejecutar respecto del Método de Anticoncepción Oral de Emergencia, sin previa consulta del Congreso de la República. A juicio de la demandante, se trata de evitar que se vulnere en forma flagrante el derecho a la vida del concebido.” Relatar las vicisitudes judiciales por las que esta demanda pasó desde entonces alargaría este post más allá de lo razonable. Además no soy abogado, sino contador.

Al día siguiente de conocida la noticia, Alas Sin Componenda proclama así su triunfo ante el TC en una editorial:

La demanda iniciada en el Perú por la ONG Sin Componenda desde hace más de cinco años finalmente fue amparada.

"YA LO VE ESTA ES LA GLORIA DE YAVE"

"Para el que quiere creer tengo mil pruebas,para el que no quiere creer no tengo ninguna".San Agustín. Más adelante informaremos con amplitud.

La ampliación de su posición en una nota de prensa. La verdad, sólo les faltó descorchar champaña.

Paciencia, Señor…

o_oU

Con todo este verso, la píldora del día siguiente, más adecuadamente llamada “Anticoncepción Oral de Emergencia”, no es que haya sido prohibida, sino que el MINSA no la podrá dar gratuitamente a las mujeres que la solicitan. Si una mujer (o joven, o pareja) la necesita, pues deberá gastarse mínimo sus S/.12 en alguna farmacia, con la advertencia en el inserto que la acompaña de que “podría ser abortiva”. Podrá parecer poco, pero si apenas tienes para comer, es mucho. La verdad no entiendo. "PODRÍA TENER UN EFECTO ABORTIVO”… o sea que también “PODRÏA NO TENER UN EFECTO ABORTIVO”. O sea, el TC ha fallado como ha fallado “por si las moscas”. Definitivamente la mano izquierda no sabe lo que hace la mano derecha. Capaz ni siquiera la mano derecha sabe lo que hace la mano derecha. Quizás leer este post del catedrático de Derecho Constitucional de la PUCP, Luis Alberto Huerta Guerrero, ayude. Como dije, no soy abogado.

Por lo pronto, las reacciones en las “altas esferas” van de todos los matices, empezando por el Ministro de Salud, Óscar Ugarte, que se expresa así: “Esto me sorprende tremendamente porque la píldora del día siguiente es una gran necesidad de salud pública. Es absurda la decisión del Tribunal Constitucional porque ni siquiera en su argumentación tiene la certeza de que hace daño a la persona”. Por su parte, la Ministra de la Mujer, Nidial Vilchez, dice: “Me parece un exceso de parte del Tribunal Constitucional determinar que el Estado no pueda distribuir la píldora del día siguiente. Sabemos que esto es parte de una prevención para no traer al mundo hijos no deseados”, y el inefable Velásquez Quesquén, nuestro Premier haciendo eco:”Es una decisión absurda la que el Tribunal Constitucional he emitido”. En cuanto a nuestro católico, dizque célibe, y civil Ministro de Defensa, Rafael Rey Reysaluda la decisión del TC. Rafael Rey es Rafael Rey, ¿qué nos sorprende? Ya sé por quien no votar las próximas elecciones.

Este ha sido un triunfo del lado más conservador de la sociedad peruana, los mismos que no aceptan ningún tipo de aborto (ni siquiera si la vida de la madre corre grave peligro) y quisieran desaparecer los condones, píldoras, norplants y demás métodos anticonceptivos “no naturales” para dejarnos sólo “la ruleta vaticana” del Método del Ritmo o la irreal “abstinencia”. Una cosa es creer que un feto tiene derecho a la vida (posición mía), y otra dejar sin opción a una mujer pobre para evitar a tiempo (por si acaso, y sólo como emergencia) un embarazo no deseado y sólo “esperar en Dios”.

Prefiero mil veces promover la Píldora del Día Siguiente a más abortos productos de un descuido, una violación, sexo obligado o fallo de un preservativo. Y no, no la considero abortiva, pues incluso en la naturaleza no es seguro que se implante el óvulo fecundado en el endometrio. En ese estado es semejante a una semilla, y mientras una semilla no esté en la tierra, sólo es eso, aún no es planta. Pero de que debe usarse con cuidado, pues debe, y sólo en casos de emergencia.

La Yapa:

viernes, 9 de octubre de 2009

Hechos y un postulado sobre el aborto

[Otros]

Esta es en mucho una opinión personal.

Empecemos por los hechos:

Es un hecho que aunque el aborto provocado (con la excepción tipificada en la ley) está penalizado por nuestro Código Penal, el número de abortos que se realizan clandestinamente por propia mano de la gestante, en tópicos, consultorios y clínicas privadas y hasta casas particulares (muchas veces publicitándose con el eufemismo de “tratamiento para el atraso menstrual”) se cuentan por miles (algunos calculan mil por día a nivel nacional).

También es un hecho que esta proliferación de centros de aborto clandestino es justamente a causa de su penalización, y que por su calidad de clandestinos muchas veces trabajan en malas condiciones, y en ocasiones con grave daño en la salud de la mujer que se lo practica, llegando a ser la tercera causa de muerte materna en el Perú; es cierto, si despenalizáramos el aborto provocado, la mortalidad materna sería reducida porque los abortos tendrían mayores garantías.

Un último hecho: una mujer tiene derecho a hacer con su cuerpo lo que le de la gana. Si quiere cercenar una parte de él, si quiere acabar con su vida, es su decisión.

Claro, visto así es razonable. ¿Por qué no permitir el aborto provocado si es deseo de la madre?

En el Congreso se está discutiendo una modificación de nuestra legislación sobre el aborto provocado; actualmente se permite el llamado “aborto terapéutico”, es decir cuando se aplica uno para salvar la vida de la madre; ahora la Comisión Revisora del Código Penal ha aprobado que se amplíe la despenalización a los casos de embarazos no deseados frutos de una violación (lo que llamaron anteriormente “aborto sentimental”); cuando el feto presenta taras físicas o psíquicas (que se podría definir como “aborto eugenésico”); y cuando se ha dado una inseminación artificial no consentida.

Sin embargo, ninguna de las causales de aborto en discusión ahora son las principales en el país. La gran mayoría de abortos tienen causas más mundanas, relacionadas con la falta de un adecuado control de la natalidad o bien simple torpeza o mala suerte. Una mujer decide abortar bien por que tiene varios hijos y económicamente no puede criar otro más; porque un hijo le impediría terminar un proyecto personal de estudios o económico; por el miedo al qué dirán; porque el padre la dejaría; porque el padre no es su esposo o es el esposo de otra mujer, etc.

OK, acepto que una mujer que es obligada a ser madre bien puede no ser una buena madre, y que el niño así tenido por obligación no tendría asegurado un ambiente adecuado para desarrollarse.

A propósito, unos números: Según el anuario estadístico 2008 del Ministerio Público, los casos registrados de aborto en las Fiscalías Provinciales de Lima sumarían 109, que representan el 0.20% de los 54,118 casos totales registrados el año pasado, distribuidos de la siguiente forma:

Aborto690.13%
Aborto (no consentido)150.03%
Aborto (autoaborto)100.02%
Aborto (consentido)60.01%
Aborto (preterintencional)40.01%
Aborto (causado por profesional)30.01%
Aborto consentido (seguido de muerte)20.00%
Total1090.20%

Una incidencia ínfima, la verdad. En sí porque, a despecho de los movimientos feministas, no hay una auténtica voluntad por judicializar el aborto. En realidad más que falta de voluntad, habría que llamarlo simple indiferencia. En última instancia, uno de los síntomas de una inadecuada política nacional de población, si es que la hay. Otra vez el abandono del Estado.

Es justamente esta desidia una de las principales causas de que las mujeres aborten. Con una adecuada difusión de la anticoncepción sin medias tintas (incluyendo la píldora del día siguiente), con el diseño de programas funcionales de apoyo a las madres adolescentes, a los menores dejados en abandono por sus madres, su destinación a hogares adecuados, etc., no tendríamos la incidencia de abortos que tenemos, tampoco de delincuencia.

El postulado:

Una persona tiene derecho a hacer con su vida y su cuerpo lo que quiera; eso es la libertad. Ahora bien, si eso es aplicable a una mujer, también lo es a su feto. Un embrión, un feto, no es un tumor, es una persona que está en desarrollo. Es el principio que defiendo, visto más desde un punto de vista liberal y laico que religioso. ¿No es la vida el primer derecho fundamental? A los que defienden el aborto sí o sí, a menudo no las oigo definir si el feto es o no una persona viva, o en todo caso desde cuándo adquiere esa calidad.

El aborto provocado no tiene para mí más justificación que no sea la de conservar otra vida en peligro (el aborto terapéutico) o bien poner fin a un embarazo inviable igualmente riesgoso (el aborto eugenésico). Son los únicos casos que acepto, por que implican ser la única salida a una situación de vida o muerte.

En cuanto a las demás, siempre hay opciones: El aborto sentimental (por violación), aparte de que es más común en la ficción que en la realidad que una violación termine en embarazo, se prevendría con el real apoyo del estado a la víctima, y la destinación del bebé que resulte bien a la madre o sino a un adecuado centro de crianza u hogar adoptivo. El otro en discusión, el que termina un embarazo no deseado a causa de una inseminación artificial no consentida, es todavía más atípico, pero también tendría la misma salida.

Del resto de casos de embarazos no deseados, en el supuesto negado que mañana se permitieran todos, eso no implica que se mejore sensiblemente la situación de las mujeres. El problema de nuevo es la inoperatividad de nuestra política nacional de población, que dejaría desprotegidas a las auténticas poblaciones de riesgo. Los principales beneficiarios serían, cuando no, los doctores y su clientela con un mínimo de poder adquisitivo. Para las mujeres pobres, el abortero informal y la receta casera seguirían siendo los métodos de aborto principales, a menos que los servicios de salud del Estado pongan todo de su parte para satisfacer la gran demanda que se vería venir.

Hay que ir contra las causas del aborto, este es un síntoma de un problema social sistémico; permitirlo libremente es sólo la solución más fácil, que oculta el real problema: mala educación, desentendimiento de la sociedad misma y el Estado, falta de planificación.

La mujer tiene todo el derecho de usar métodos anticonceptivos, sobretodo los más seguros: los hormonales y los quirúrgicos (yo me inclino por estos últimos para las parejas que teniendo hijos no desean más). Las parejas no tienen el derecho de decidir sobre el cuerpo de su mujer, y el Estado y la sociedad debe de asegurar ello. Dando todas las garantías a las mujeres sobre su poder de decisión sobre la concepción, entonces allí sí podríamos hacer cumplir algún tipo de sanción sobre los abortos provocados; no cárcel, pues eso no va contra el problema en sí, sino (y quizás esto escandalice) suspensión de los derechos reproductivos a través de la aplicación de métodos anticonceptivos obligatorios que lleguen hasta la ligadura de trompas en el caso de las mujeres, y vasectomía en el caso de los hombres.

Es una idea, sólo eso, pero es lo que creo.

La Yapa: